Guayaquil, 14 de junio de 2018. La Dinased de la Policía Nacional investiga las relaciones cercanas que tenía el ciudadano Wolmer Renato Vega Martillo, de 38 años, quien fuera asesinado el pasado martes por la mañana cuando se aprestaba a retirar dinero de un cajero automático, ubicado en la etapa 7 de Mucho Lote I, en el norte de Guayaquil.

Las razones, según el comandante de la Zona 8, Marcelo Tobar, se deben a que hasta el momento “su familia no ha podido confirmar las actividades comerciales que ejercía la víctima para poder justificar todos los bienes que había adquirido”. Además, en un camión que estaba parqueado afuera de uno de sus domicilios, ubicado en la ciudadela Bellavista, se encontraron un fusil MK, una escopeta Mossberg y 65 cartuchos.

Otra novedad que ha despertado alertas de las unidades de investigación de la Policía Nacional, son las particularidades encontradas en la infraestructura de la vivienda que se construía en la ciudadela Bellavista, zona residencial de Guayaquil, en la que se habían elaborado unas cavidades entre las paredes de la vivienda. “En ese sitio se estaban dejando unos espacios, en los que en otras operaciones policiales se han encontrado objetos escondidos, como droga y dinero”, expresó Tobar;

El oficial también indicó que en el seguimiento del caso, dentro del periodo de flagrancia, se detuvo a Israel Jonathan C.V., alias Gokú, de 36 años, quien aparece como último propietario de la camioneta doble cabina, que según testigos, se había usado para atacar al ahora occiso. Ese vehículo, indicó la Policía Nacional, fue abandonado en el Bloque 11 de Bastión Popular, a dos kilómetros aproximadamente de donde ocurrió el crimen.

Al momento se están analizando todas las evidencias, pues se busca determinar el uso que la víctima le estaba dando a las armas halladas dentro del camión; y, si es que el fallecido, lideraba o formaba parte de alguna tipo de organización. “Tenemos un punto de partida dentro del proceso investigativo, porque la existencia de armas hace presumir que ejercían algún tipo de actividades reservadas o ilícitas”, señaló Tobar.

En tanto, que Henry Herrera, jefe de la Dinased de la Zona 8, informó que la acompañante del fallecido indicó que su conviviente no fue objeto de robo durante el ataque. “En su versión la mujer  nos explica que el móvil no fue apropiarse de los recursos económicos del ciudadano, sino que puede tratarse de un ataque por alguna situación extraña y oculta, que ella desconoce”.

Entre enero y junio de este año, dentro de la Zona 8 se han registrado 97 crímenes, tres más que los ocurridos en el mismo periodo del año 2017. “Hay un incremento del 3,2%”, informó Tobar.