La reducción de las muertes violentas se analizó en un foro internacional
Quito, 26 de febrero de 2019.- Ecuador cerró 2018 con un índice de 5.7 muertes violentas por cada 100.000 habitantes. Esta cifra se constituyó como la segunda tasa más baja de América Latina. Este dato lo dio a conocer la ministra del Interior y secretaria de Gestión de la Política (e), María Paula Romo, durante la inauguración del VIII Seminario Internacional de Reducción de Índices de Muertes Violentas.
El evento se realizó la mañana del martes 26 de febrero del año en curso, en la sede de Unasur, en el noroccidente de Quito. Esta jornada forma parte de la conmemoración por los 81 años de profesionalización de la Policía Nacional.
La Secretaria de Estado sostuvo que, aunque la tasa de este tipo de delitos es baja en relación con el resto de naciones de la región, y se redujo de 17 a 5.7 entre 2010 y 2018, esta no es una buena noticia. “Mientras haya una muerte violenta, no estaremos satisfechos con nuestro trabajo”, aseguró.
La titular de la Cartera del Interior, además, informó que desde el Gobierno se continúa trabajando en políticas públicas para evitar estos casos. Entre otros aspectos, se prevé fortalecer el control de armas de fuego.
En otro aspecto, la ministra Romo recalcó -con preocupación- que en 2018 el 52% de este tipo de asesinatos fue resultado de la violencia social. Es decir, ese porcentaje corresponde a homicidios cometidos por amigos, familiares o personas cercanas a las víctimas. “No podemos tener un policía en cada hogar del país, necesitamos involucrar las políticas de seguridad en la ciudadanía”, destacó. Y agregó que la institución se encuentra en un punto límite, por lo que es necesario implicar a otras entidades para luchar contra la violencia.
A esta cita asistieron efectivos de las policías de Chile y España, representantes de ONU Mujeres y delegados de la Función Judicial. El Gral. Nelson Villegas, comandante de la Policía de Ecuador, dio la bienvenida a los invitados. Indicó que la sociedad ecuatoriana, cada día, demanda estándares más altos de eficacia y eficiencia. “El seminario se convierte en una herramienta para seguir aprendiendo como combatir la violencia”, acotó.