La corresponsabilidad y la prevención son la clave para alcanzar ciudades seguras y sostenibles
Guayaquil, 15 de julio de 2019.- En el marco de la reunión anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la cumbre económica y social más importante de la región, en la Universidad Espíritu Santo se desarrolló el foro “Ciudades seguras y sostenibles”, presidido por la ministra del Interior, María Paula Romo, en donde informó sobre los retos de los centros urbanos en materia de seguridad.
La Secretaria de Estado indicó que al hablar de ciudades seguras y sostenibles, se toman en cuenta principalmente, tres aspectos: la amenaza de la delincuencia, la convivencia en las ciudades que involucra el clima de respeto y el tratamiento a la violencia interpersonal, finalmente, el cambio climático y los desastres naturales.
En contexto, durante el foro, se recordó que América Latina actualmente es el continente más violento del mundo. Por ejemplo, dentro de la lista de las 50 ciudades más peligrosas, 41 se encuentran en la región. Sin embargo, la titular de esta cartera de Estado, matizó que ninguna de estas localidades es ecuatoriana. “En Ecuador hemos logrado contener estas expresiones criminales”, manifestó.
Sobre los centros urbanos, indicó que -según las proyecciones- para el año 2030, el 80 % de las personas van a vivir en ciudades. Por lo que las administraciones tienen que prepararse para enfrentar este crecimiento. En materia de seguridad, dijo que el trabajo no tiene que ver únicamente con la Policía y el Gobierno Nacional. Se requiere la corresponsabilidad de las autoridades locales, la empresa privada y la ciudadanía en general.
Por ejemplo, en el último año en Ecuador, el 52 % de las muertes violentas se debieron a violencia social, es decir, que las víctimas y los agresores pertenecían al mismo entorno. Para controlar estos comportamientos se requiere el apoyo de los Gobiernos Autónomos Descentralizados para promover y ejecutar ordenanzas, con el fin de garantizar la convivencia pacífica. Así como el apoyo de las familias y de la empresa privada para cambiar la cultura de las personas, en temas como el consumo de alcohol y los mecanismos para resolver problemas.
La ministra Romo también expuso que la violencia, generalmente, se asocia solo al trabajo de la Policía Nacional Pero, realmente, está coligada directamente a tres niveles de factores: sociales, como los niveles de escolaridad; culturales, como el consumo de alcohol, la agresión física como mecanismo para resolver los conflictos y comportamientos como el machismo y la violencia contra las mujeres; y, los factores económicos, como la pobreza, la desigualdad y el desempleo.
A manera de conclusión, la secretaria de Estado indicó que tradicionalmente nos hemos centrado en reaccionar ante la violencia y el delito y no en entender sus causas estructurales. Cuando lo óptimo es prevenir el delito y la violencia, de manera que se pueden identificar las causas y obtener resultados duraderos.
“Invertir 1 dólar en prevención permite ahorrar hasta 16 dólares en justicia criminal”, dijo. Añadió que la prevención demanda intervención integral de la sociedad, bajo el principio de corresponsabilidad. Y que con esto se podrá consolidar un modelo de gobernanza con roles y responsabilidades claras, que permita sumar todos los esfuerzos para construir una sociedad segura y pacífica.
En el foro también participó Juan Pablo Bonilla, gerente del Sector de Cambio Climático y Desarrollo Sostenible del BID. El experto expuso que cuando se habla de la sostenibilidad en ciudades, se discute generalmente de cambio climático e inclusión. Pero que el reto hoy, es analizar la transversalidad de la seguridad. “Sin seguridad no podemos hablar de sostenibilidad en ciudades”, seguró.
Expuso que el 3,5 % del Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina se gasta en el manejo y control del crimen, lo que equivale a toda la inversión que hace en una infraestructura. También mencionó que la seguridad no puede pensarse como una responsabilidad solo del Gobierno central, sino que requiere una corresponsabilidad a nivel de gobiernos locales, sector privado y de la ciudadanía.
Josué Sánchez, vicealcalde de Guayaquil, por su parte, indicó que desde la administración municipal de la ciudad portuaria, se mira con buenos ojos que se retomen los diálogos para construir e implementar un plan de seguridad. Esto porque actualmente el Ministerio del Interior ha diseñado un modelo de convenio con los municipios de todo el país, que se ajustará a la realidad de cada localidad. Además, un equipo técnico de esta cartera de Estado está colaborando con las administraciones locales a la construcción de mencionados planes.
En el caso de Guayaquil, el objetivo de las actuales autoridades es que hasta este mes se pueda aprobar y empezar a implementar el nuevo plan. “Es momento de dejar la política y sumar los esfuerzos para alcanzar empleo, seguridad y lucha contra la corrupción”, acogió las palabras de la ministra Romo e hizo un llamado a la corresponsabilidad.
Octavio Cardona, alcalde de Manizales (Colombia), fue el último panelista en intervenir en el foro. El político dijo que ha sido un honor su participación en esta jornada, ya que Ecuador es un gran ejemplo en el manejo de la seguridad. Citó las estadísticas de homicidios en Ecuador, y reiteró que es la segunda más baja de América Latina, solo superada por Chile.