Inspección Ocular Técnica fortalece la investigación pericial y seguridad de la comunidad
Quito.- La inspección ocular técnica en un hecho delictivo es vital para el esclarecimiento de un delito. Por ello se debe advertir la protección, observación, búsqueda, levantamiento y traslado de huellas, indicios y vestigios de un lugar, en donde se cometió un crimen o una infracción y está encaminada a comprobar el estado de las personas, lugares, huellas, rastros y todos los efectos materiales que sean de utilidad para llegar a descubrir la verdad de los hechos.
A escala nacional, 27 unidades de Criminalística en las cabeceras de provincia, con alrededor de 1.200 peritos, desarrollan esta labor. En lo que va del año se han generado 36 mil informes periciales distribuidos en Inspección Ocular Técnica, reconocimiento de lugar, fijación de indicios y reconstrucción de los hechos.
En comparación al 2015, hubo un aumento del 15 % en la demanda Fiscal, debido a la aplicación efectiva del Código Integral Penal y productividad del eje preventivo, investigativo e inteligencia en la gestión de acciones policiales para reducir delitos.
Rossevelt Campos, subdirector Técnico Científico de la Policía Judicial, indica que la Inspección Ocular Técnica es la columna vertebral de una investigación criminal, de ahí que se vuelve necesario relacionar al autor, a la víctima y al lugar de los hechos. Para el efecto, se siguen protocolos técnico-científicos previamente definidos.
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Esta productividad, recalcó, es realizada con agentes policiales altamente capacitados en áreas como microscopia electrónica de barrido, balística, informática forense, documentología, inspección ocular técnica, identificación de grabados y marcas seriales, elaboración de informes, normativa legal, análisis de audio y video, identidad humana, entre otros temas de importancia para un perito criminalista, en pro de fortalecer la seguridad de la ciudadanía.
Procedimiento
El capitán Santiago Guzmán, oficial del área, agrega que al llegar a la escena del delito con trajes de bioseguridad, en principio se protege el lugar de los hechos. En lugares abiertos se establece un radio de protección de por lo menos 50 metros. En espacios cerrados, se impide el paso de curiosos y personas extrañas. Se abstienen de tocar o mover algún objeto, cuidando de la conservación del escenario. Los peritos eligen los lugares que van a pisar y tocar, a fin de no borrar o alterar indicios.
Observación del lugar. Los especialistas en la escena de crimen, utilizan las herramientas técnicas como la dactiloscopía, el registro y fotografía, logrando así la ubicación de las evidencias en la escena del crimen.
Fijación del lugar. Hacen una descripción escrita y toman nota de todo lo que se aprecie de manera objetiva, a fin de describir el sitio del suceso, continuando con los indicios que estén en posesión, cercanos y distantes de la víctima.
Realizan fotografía antes de que las cosas y objetos sean tocados y coleccionados, a efecto de plasmar gráficamente la situación primitiva del lugar. Utilizan la planimetría para señalar todos los muebles, objetos e indicios en el lugar de los hechos, destacando las distancias entre un indicio y otro. Recurren también a la técnica del moldeado de huellas, a fin de levantarlas y estudiarlas comparativamente de molde contra molde.
Colección de indicios. Una vez observado y fijado el lugar proceden a su recolección adecuada a través del levantamiento, embalaje y etiquetamiento o rotulación de los mismos.
Tras realizado el procedimiento se envía el suministro de indicios al laboratorio, que deberá acompañarse del oficio petitorio el mismo que describirá en detalle los aspectos que se requieran analizar a fin de que el Laboratorio de Criminalística aplique las técnicas idóneas.
Por último, en Criminalística, la cadena de custodia empieza desde que el técnico en inspección ocular realiza la colección de evidencias, se extiende hasta el laboratorio de criminalística y hasta su retorno, a fin de que la autoridad fiscal que avoque conocimiento las requiera en cualquier instante. Redacción Quito
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