El Gobierno Nacional traslada a cinco cabecillas de bandas delictivas del CPL Azuay N°1 a La Roca
Boletín 142
Cuenca, 04 de abril de 2022.- A fin de continuar ejecutando acciones firmes para erradicar la violencia al interior de los centros de privación de libertad del país, la tarde de este lunes 4 de abril, autoridades gubernamentales a través de una rueda de prensa anunciaron que se inició el traslado, desde el Centro de Privación de Libertad Azuay N.° 1 en Turi hacia el Centro de Privación de Libertad La Roca en Guayaquil, de cinco cabecillas de bandas delincuenciales involucrados directamente en los hechos irracionales de violencia de la madrugada del domingo 3 de abril. Esta gestión diligente y oportuna representa un hito histórico emprendido por el Gobierno Nacional.
El ministro del Interior, Patricio Carillo, informó los detalles de este operativo, al señalar que estas personas privadas de la libertad, que son líderes o brazos principales de organizaciones criminales, serán movilizadas hoy a este centro de máxima seguridad con las seguridades necesarias; y, a su llegada, serán inmediatamente ingresados. Con esta decisión se evitará la interacción entre estos cabecillas y las bases de las organizaciones que representan.
Al respecto el director del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), Pablo Ramírez, informó que los cinco traslados se enmarcan en las estrategias de prevención emprendidas por esta Cartera de Estado. Entre las cuales se encuentra la “alerta de seguridad de inteligencia a través de la cual se gestionan los traslados en un periodo de 24 horas, con la motivación de los directores de los CPL”. Mismas que se apoyan en el Reglamento del Sistema Nacional de Rehabilitación Social.
Ramírez detalló que estas reubicaciones se las realiza en función de los antecedentes y comportamientos de las personas privadas de su libertad (PPL), por amenazas o inminente peligro para la seguridad interna de los centros, así como para precautelar la vida de los demás internos. Reiteró que, con esta modalidad, de enero a la fecha se han prevenido 83 muertes violentas, por lo que conminó a “las autoridades judiciales para que apoyen estos traslados y de esa manera se puede asegurar cada uno de los centros de privación de libertad”.
Además, las autoridades informaron que, tras la identificación de 127 indicios balísticos, se pudo determinar que cinco armas fueron utilizadas ayer en los actos violentos. El ministro Carillo comunicó que se continuará con la indagación de la pista del dinero pues «uno de los medios importantes para que se desate toda esta violencia tiene que ver con la economía criminal y en eso vamos a trabajar (…). No vamos a parar hasta entregar al sistema un centro penitenciario limpio». Ramírez también señaló que en la requisa realizada en el CPL Azuay N.° 1 se encontraron 50 municiones y dos kilos de cocaína.
En cuanto a la identificación de cuerpos, 17 de ellos ya han pasado el proceso de necrodactilia y el cotejamiento con el Registro Civil. Los familiares ya han sido informados y se cumplen los protocolos de autopsia. Cerca de 10 cuerpos han sido ya entregados para una digna sepultura y se colabora en el traslado hacia las provincias de origen.
Carillo también reconoció el trabajo integral que se ha brindado ante la situación, mediante una intervención coordinada e interinstitucional. «La respuesta que hemos dado hoy ha sido diferente. Ha sido una respuesta desde el Estado. No vamos a descansar hasta que las libertades y los derechos estén tutelados por el Estado». Precisamente, el Jefe de Operaciones del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Agustín Proaño, reafirmó que esta entidad ha brindado su contingente para apoyar el trabajo de restablecer el orden en el CPL Azuay N.° 1. Actualmente, 420 efectivos militares están operando en el centro.
El Gobierno Nacional continúa trabajando de forma integral y coordinada para mantener el control y seguridad en todos los centros de privación de libertad del Ecuador, implementando mano dura a las bandas delincuenciales y a sus cabecillas que pretenden menoscabar la seguridad de los ecuatorianos.