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Adrenalina y demostraciones tácticas se vivió en la celebración de los 38 años del GIR

Quito.- El Grupo de Intervención y Rescate (GIR) ejecutó una demostración de todas sus operaciones tácticas a los medios de comunicación, la mañana de este martes 10 de septiembre. Esto, en el marco del aniversario N. 38 de esta Unidad élite de la Policía Nacional.

Desde un helicóptero del Servicio Aeropolicial, cuatro comandos se lanzaron sin titubear. Ellos eran parte del grupo de paracaidistas con los que cuenta el GIR. Con ello se dio inicio a una breve rueda de prensa, dirigida por el coronel Víctor Hugo Zárate, comandante del GIR.

Zárate inició su intervención con una breve reseña del GIR, grupo que nació en 1977 con el nombre de Fuerzas Especiales de la Policía Nacional y, posteriormente, para 1986 adoptaría el nombre de Grupo de Intervención y Rescate. Durante este año, los comandos han ejecutado un total de 1.719 operativos.

De ellos, 417 han estado a cargo del área de operaciones tácticas policiales, la mayoría relacionados con los 47 eslabones; la Escuadra de Explosivos, en cambio, registró 311 actividades; en el área de Seguridad de Personas Importantes, se brindó 200 seguridades; mientras que el Área de Rescate ejecutó 139 búsquedas, entre acuáticas y de montaña.

El comandante de la Unidad destacó los operativos más importantes, en los que sobresalen la aprehensión del tercer ‘Más Buscado’ de Colombia, operativos en conjunto con la Unidad Nacional Antisecuestro y Secuestro, los Eslabones, operativo Visita del Papa Francisco, rescate de los compatriotas en Perú, entre otros.

Placas de la Unidad élite

En el patio, junto a las gradas, al pie de una estatua de un comando del GIR, yace el estandarte de las tres banderas: La Policía Nacional, la del Ecuador y la del GIR. También, sobre el cemento que conforma la plataforma, constan 18 placas correspondientes a las 18 promociones que conforman esta Unidad élite.

El valor, disciplina y lealtad, constituyen el motor y sacrificio de cada uno de quienes conforman el GIR. “En el alma Dios, en la sangre la Patria y en el corazón la Policía”, es el lema de los comandos. Cada uno de estos hombres dejaron a un lado el uniforme verde oliva por el gris y negro, el sombrero por el casco y las pistolas por las metralletas.

A esto, se suman los arduos entrenamientos y la constante presión con la que los comandos ejecutan las multitudinarias tareas para las que se capacitan. El oficial a cargo hizo una invitación a la ciudadanía a confiar en el talento humano del grupo, pues solo los mejores miembros de la institución policial la conforman.

Video:

Ejercicios tácticos

Con el sonido de un vehículo frenando a raya y el humo proveniente de la fricción entre la llanta y el pavimento, Javier Rodríguez, experto en conducción, hizo una demostración sobre manejo defensivo, evasivo y ofensivo. El cabo primero hizo una serie de maniobras a alta velocidad, que permiten la intercepción de vehículos durante una persecución policial; el rescate y huida de víctimas y la protección a dignatarios.

Experiencia de secuestro

Luego, llegó el momento de tensión. Fui secuestrada por un sujeto cuyo rostro no pude ver. Me colocaron un chaleco antibalas y un casco. El tipo dijo que esté tranquila, mientras no me mueva no me iba a pasar absolutamente nada. Estas palabras las decía mientras me llevaba por un camino de tierra y piedras hasta una covacha hecha de neumáticos viejos y madera.

Me senté en un rincón mientras mi ‘captor’ se iba con mi bolso. En el lapso de unos minutos, se escucha una explosión y en poco tiempo, en la pared saltaron los casquillos de balas, seguidos de cuatro comandos del GIR que fueron a mi rescate. Me levantaron, colocaron un casco en mi cabeza, y me trasladaron hasta un vehículo para salir de la escena y estar salva.

Esta acción, denominada incursión táctica o allanamiento, es fríamente calculada. Antes de ingresar, los comandos deben prever todo el escenario: posibles rutas de escape, víctimas en el interior del domicilio y los delincuentes que pudiesen estar armados. Todo, para que la operación sea un éxito y se puedan mitigar los accidentes o pérdida de vidas.

Rapel

En la torre del GIR, un grupo de seis comandos hicieron un descenso. El objetivo era rescatar a otra de las víctimas secuestradas. Soltaron las sogas desde la cima, luego, descendieron hasta una de las ventanas para detonar un explosivo y poder ingresar. En menos de cinco minutos, en la puerta de la planta baja, ya se encontraban los gendarmes con la víctima saliendo de la escena.

Cada acción debe ser rápida y calculada. Cada movimiento va acompañado de la confianza que cada uno de los comandos tiene en sus compañeros. Esto se pudo demostrar en la prueba de tiro de confianza en el polígono.

En cuestión de segundos, desde lejos, solo se escuchó un disparo. Era uno de los francotiradores de la unidad que demostró la táctica y técnica para poder dar en el blanco: un globo que desplegó la bandera del Ecuador. Luego, sus compañeros realizaron disparos a señaléticas de metal para demostrar su puntería.

Entre el público se escogió a una persona para que se coloque a un par de metros, sosteniendo dos globos. Sin titubear, aceptó. Un comando se paró en frente, cogió su arma y disparó a los globos en dos movimientos calculados e inmediatos. Con ello finalizó la demostración del talento humano con el que cuenta el GIR y que por 38 años ha liderado la seguridad de la ciudadanía en esas operaciones especiales que necesitan mentes maestras, sacrificadas, dispuestas a dar su vida por la vida de otra persona. Redacción A. V. /Quito.

Fotografías:


 

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