Boletín Nº 168

Quito, 05 de noviembre de 2020.- En el marco de la ceremonia de ascenso a cinco generales de Distrito y a 8 suboficiales Mayores de la Policía Nacional, esta institución concedió a la ministra de Gobierno, María Paula Romo, la Gran Cruz del Orden y la Seguridad Nacional, en reconocimiento al trabajo conjunto liderado por la funcionaria junto con el alto mando policial para forjar una Policía democrática, profesional, doctrinaria, cultural y, sobre todo, con profundo sentido de respeto a todos los ciudadanos.

En el evento realizado en la Escuela Superior, el general Patricio Carrillo, comandante de la Policía Nacional, destacó la firme voluntad política de la Ministra y de su equipo de profesionales, así como la tarea leal e inteligente del viceministro, general (sp) Patricio Pazmiño.

María Paula Romo, al tiempo que agradeció el honor de recibir la altísima condecoración, no pudo dejar de referirse a la decisión tomada hoy, por la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional al votar para que la funcionaria sea llevada a juicio político en el poder legislativo.

“Hoy -manifestó- los asambleístas de la Comisión han dado un triunfo a los violentos y a los golpistas, pero, al mismo tiempo, quedó en claro que mientras la actuación de la Policía ha sido democrática, patriótica y prudente, no se puede decir lo mismo de estos asambleístas que pretenden cuestionar a una gran institución cuya base se sustenta en la Constitución y en la Ley ”.

La ministra Romo destacó que la Policía Nacional ha sabido trabajar en un entorno de gobernanza, democracia y convivencia con los ciudadanos y ha salido adelante frente a desafíos inesperados como la minería ilegal, los violentos días de octubre de 2019 y la crisis generada por la pandemia.

En ese sentido, pidió a quienes hoy se incorporan a los altos mandos, que nunca dejen de luchar por modernizar la institución, que tengan el objetivo de inaugurar la Universidad de la Policía, que trabajen por un ISSPOL serio y transparente, identificando no solo a los responsables evidentes, sino a los sectores políticos que están detrás.

Se trata, señaló, de una Policía Nacional irreemplazable en la madurez democrática de una nación, una Policía Nacional que se guíe únicamente según la Ley y solo según la Ley.

El general Carrillo, en su intervención, explicó que no puede haber una Policía democrática sin legitimidad y dijo que era un contrasentido criticar la forma de actuar de la institución y de sus 52.000 miembros y, al mismo tiempo, exigirle mantener el orden. Citando a Max Weber, el Comandante recordó una de las piedras filosofales de la acción policial: “El Estado es la fuente de legitimidad del uso de la violencia”.

Carrillo también puso sobre la mesa el tema del perfeccionamiento no solo logístico sino ético de la Policía y, volviendo al tema de la condecoración a la Ministra de Gobierno, señaló que ha actuado con firmeza y frontalidad sin utilizar para ningún fin político a la institución. “Los violentos son los que transgreden los derechos”, dijo Carrillo, “y por eso nos enorgullece contar con una Ministra con la más profunda voluntad política para entender a la Policía”.