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4912 policías pertenecen a pueblos y nacionalidades indígenas del país

Quito, 12 de octubre de 2018. De los 49 258 policías que prestan sus servicios en el todo el Ecuador en la actualidad, 4912 pertenecen a pueblos y nacionalidades, según la Dirección General de Personal de la Policía Nacional.

Para el coronel Fausto Salinas, subsecretario de Policía, este numérico ratifica a la Institución policial como una entidad pluralista, respetuosa de los derechos humanos, tolerante, que genera espacios profesionales para todos los jóvenes del país. “La diversidad multicultural y plurinacional genera seguridad integral y nos acerca a cada rincón del país, cumpliendo el objetivo de ser una verdadera policía nacional”, indicó.

En los últimos años, el Ministerio del Interior y la Policía Nacional han mantenido una política pública de verdadera inclusión, con procesos de reclutamiento gratuitos y que garantizan el acceso de todos los ecuatorianos, sobre todo,a los que pertenecen a pueblos y nacionalidades y que puedan demostrar sus capacidades y aptitudes.

Santiago Dávila, de la Unidad de Selección y Reclutamiento de esta Cartera de Estado indicó que en el último proceso de reclutamiento 2018-2019 se presentaron 36 738 jóvenes, de los cuales 4408 pertenecieron a pueblos y comunidades indígenas del país.

Según Dávila, esto demuestra el poder de convocatoria que tiene la Policía Nacional y que la profesión de policía es la carrera de educación superior que más demanda tiene a nivel nacional, según los datos obtenidos por la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt).

Estas estadísticas se complementan con estudios internacionales como de Latinobarómetro 2017 que considera a la Policía de Ecuador como la segunda con mejor aceptación de la Región, solo por debajo de la Policía de Uruguay.    

226 indígenas amazónicos serán policías

Cumpliendo un mandato constitucional sobre el ejercicio de derechos, en el año 2017 se llevó a cabo un proceso de reclutamiento especial para los jóvenes de todas las nacionalidades indígenas de la Amazonía, donde 226 aspirantes (119 mujeres y 107 hombres) se preparan para ser policías en el año 2020.  

Ellos reciben la instrucción policial en las provincias de Morona Santiago y Pastaza, con instructores nativos de la zona. Según Dávila, el objetivo de esta selección especial es tener policías que conozcan el idioma, las costumbres y la cosmovisión de las comunidades amazónicas y que mediante este conocimiento puedan prevenir y resolver problemas de seguridad.

Precisamente, entender al otro y poder comunicarse son los factores importantes para la seguridad de las comunidades menciona César Calapucha, padre de uno de los aspirantes a policías amazónicos. “Como indígena quichua de la Amazonía lo que mi hijo puede añadir a la Policía es lealtad, justicia y trabajo por la gente, además de los valores que tenemos como comunidad que son: no mentir, no robar y no ser ocioso”.

19 cadetes indígenas y afroecuatorianos sueñan con ser generales    

En la Escuela Superior de Policía Alberto Enríquez Gallo también se preparan jóvenes que pertenecen a pueblos y comunidades indígenas de diferentes zonas del país. En la actualidad, 19 cadetes se preparan para ser oficiales de Policía, de los cuales 13 son afroecuatorianos y seis son indígenas.

Uno de ellos es Benjamín Angüisaca, originario de Saquisilí y quien se considera orgullosamente de la etnia panzaleo. Tiene 24 años y habla a la perfección quichua. Está en cuarto año de formación y en el 2019 se graduará como subteniente de Policía y como licenciado en Ciencias Policiales y Seguridad Ciudadana. Su sueño es llegar a lo más alto de la jerarquía policial, es decir, el grado de general. Afirmó que se está preparando para ser tolerante y respetuoso de los derechos humanos. Sabe que todavía hay racismo en el país y que en su calidad de policía está expuesto a toda clase de agresiones e insultos.

La cadete Gabriela Araujo, de 21 años, es de la ciudad de Ibarra, provincia de Imbabura. No le gusta que se refieran a ella como morena, sino negra, porque ese es el color de su piel y el de su familia. Ella comentó que ha roto paradigmas por el hecho de ser mujer, de ser madre soltera y ser afroecuatoriana. “La Policía Nacional ha cambiado para bien, porque ahora nos toma en cuenta y porque nos hace parte de ella. Amo ser Policía”.

El sueño de Cristian Padilla es ser el primer comandante de la Policía afrodescendiente. No le tiene miedo al racismo, al contrario dice que ser afroecuatoriano le da la oportunidad de cercanía con la comunidad y que su color de piel es sinónimo de alegría y de humildad. “De dónde vengo soy ejemplo para los demás, porque los negrospodemos ser lo que nos propongamos, en mi caso un policía”.