El presidente de la República, Rafael Correa, junto a los ministros Coordinador de Seguridad y del Interior, Homero Arellano y José Serrano, respectivamente, este jueves derrocó el cerramiento interior de la Penitenciaría del Litoral, ubicada en el Km. 16.5, vía a Daule.

“Construimos un nuevo Ecuador, no hay marcha atrás”, afirmó el Primer Mandatario, tras señalar que todos los pabellones de este centro de reclusión serán derrocados.

A criterio del Primer Mandatario, este reclusorio que data de más de 50 años ha sido mal mantenido y manejado por los presos. En las nuevas cárceles, afirmó, el control lo tiene el Estado y son poseedoras de nuevas infraestructuras y tecnología de punta.

Recordó que cuando se trasladó a los internos al Centro de Privación de la Libertad Regional Guayas, se dio el “síndrome de la abstinencia”, con las consabidas consecuencias, lo cual revelaba que existía droga.

Precisó que parte de los motivos de las fugas masivas es la desesperación porque van a estar en los nuevos centros de rehabilitación donde “se les acabó la fiesta”.

Esto, apuntó el presidente Correa, no puede pasar en las nuevas cárceles y exhortó a estar atentos puesto que se darán nuevos intentos de fuga, porque los reclusos no quieren trasladarse a los nuevos centros de Rehabilitación Social.

Antes, el presidente Correa, acompañado de los ministros José Serrano y Homero Arellano, recorrió los pabellones que aún albergan a más de 200 internos, que serán traslados paulatinamente a los centros de reclusión que brindan actualmente mayor seguridad.

De igual forma, el Jefe de Estado y las autoridades visitaron el Centro de Privación de Libertad Regional Guayas, donde observó el cambio tanto en seguridad como en atención a los reclusos.

En este centro funciona desde el 5 de agosto, cuenta con la vigilancia de 350 policías, alrededor de 200 guías y habitan 3.780 internos.

Las visitas se realizan normalmente en los turnos establecidos. Se ejerce un estricto control en cuanto al ingreso de los objetos totalmente prohibidos, entre ellos: sobreros, gafas, bolsos y carteras, armas de fuego y blancas, celulares, cámaras, medicinas, fósforos, droga y estupefacientes, cigarrillos, alimentos.

El comandante General de la Policía, general Superior, Rodrigo Suárez, argumentó que los traslados continuarán conforme culminen las nuevas infraestructuras y de acuerdo a la peligrosidad de los internos.

Resaltó que antes las celdas estaban diseñadas para acoger a 2 o 3 personas, sin embargo, esto fue en aumento y sobrepasó el número de internos previstos inicialmente.